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20/10/15

Solidarios en la tragedia

El alud de Cambray II.

La noche del jueves 1° de octubre  había llegado al modesto poblado de Cambray II, en el barrio de Santa Catarina Pinula, en la capital de Guatemala. Las familias en sus modestas viviendas, se preparaban para cerrar el día y compartir un poco de su vida cotidiana.  En la semi oscuridad de la noche y como resultado de inclementes lluvias, la tierra de la ladera superior de los cerros del lugar comenzó a removerse, inicialmente en forma imperceptible, pero en pocos minutos el deslizamiento alcanzó la fuerza de toneladas de lodo, piedras y tierra que se vinieron abajo con fuerza descomunal, sorprendiendo a más de 500 personas y -seguramente- con un sonido estruendoso el fatídico alud cayó sobre las viviendas, aplastando de inmediato a más de un centenar de ellas y arrastrando fatalmente a otras, con sus habitantes adentro, muchos de los cuales -tal vez no alcanzaron a darse cuenta- y otros, que espantados trataron de escapar o hacer algo, mientras las piedras, la tierra y los destrozos de casas arrastradas daban cuenta de ellos....Es probable que esa noche de horror, los gritos se mezclaron con el ruido ensordecedor del alud hasta que un sepulcral silencio sólo indicaba que el poblado que ahí existía, nunca más sería recuperado.

Esa misma noche y enteradas las autoridades locales, el Gobierno de Guatemala dió la alarma y comenzó la penosa movilización solidaria de policías, fuerzas militares, grupos de rescate y muchos vecinos que desesperadamente comenzaron a remover escombros.  Esa fue una noche triste y desesperanzadora para muchas familias modestas del Cambray.  El Presidente de la República era informado en esas horas de la tragedia, y los medios de prensa y redes virtuales, esa misma noche, comenzaron a informar al mundo de este acontecimiento que cobró 300 víctimas.

Chile estuvo presente de diversas maneras. Primero, expresando de inmediato a las autoridades y familias las condolencias de nuestra Embajada. Luego, coordinando con los chilenos residentes formas de ayuda. Lo principal, fue el casi inmediato arribo a Guatemala, desde Santiago, de dos expertas profesionales del Instituto Médico Legal de Chile, María Elena Calfuquir (Psicóloga) y Angela Melillan (Antropóloga Forense), ambas de origen Mapuche, que trabajaron sin descanso, junto a sus colegas de la Morgue municipal, en la penosa pero inevitable tarea de identificación de restos humanos, trayendo así algo de consuelo a decenas de familias atribuladas.

Las lecciones de esta tragedia tienen a Guatemala ante un profundo debate respecto de políticas de prevención de desastres. Chile conoce de estas tragedias. Y por esa razón nos conmovimos también con los modestos pobladores del Cambray II.

Alud de tierra y lodo sobre modestas familias del Cambray: el dolor enlutó a
todo un pueblo.

Toneladas de tierra, sepultaron a más de 300 personas y destruyeron
todo un poblado.

Una joven promesa del deporte nacional de Guatemala, es rescatado sin vida
por efectivos del cuerpo de socorro.


Esforzada labor de dos profesionales del Instituto Médico Legal de Chile:
María Elena Calfuquir, Psicológa (de azul) y Angela Melillan (Antropóloga
forense). Ambas, de origen Mapuche, colaboraron durante diez días en
la labor de identificar personas y brindar asistencia a sus famlias.

Embajador de Chile saluda a voluntarios de la Cruz Roja de Guatemala.

Médicos de la morgue municipal, junto a las profesionales chilenas muestran
la zona de identificación de personas, luego de los hechos.. Guatemala comienza
a reponerse lentamente de los efectos de esta tragedia.

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